Primitivo Hospital Italiano
Si bien el proyecto original del primitivo Hospital Italiano se le debe al arquitecto Pedro Fossati ( 1854), el inicio de las obras perteneció a los arquitectos e ingenieros genoveses, Nicolás y José Canale, quienes fueron los encargados de continuar, ampliar y terminar el edificio (1862/72).
Juan Buschiazzo, discípulo de éstos y continuador de sus obras, obtenía su diploma de ingeniero en 1869 y de arquitecto en 1878, y siendo que su formación profesional la hizo junto a los Canale, me arriesgo a decir que fue un fiel colaborador para la culminación de la obra.
Buschiazzo, siempre estuvo presente desde que entró al estudio de los genoveses en todos sus proyectos, que a la muerte de Nicolás en 1874, seguiría con su hijo José, muerto en 1883, y finalmente sólo coronaría dignamente las obras inconclusas de sus maestros.
En algunas conocidads publicaciones consultadas he encontrado que unos nombran a Fossati como solamente de su autoría, otros a los Canale como continuadores, incluso hasta con errores de ubicación, y pocos a Buschiazzo como el culminador del proyecto.
Personalmente creo que Juan Buschiazzo, que desde el comienzo mismo de la construcción ya estaba en plena carrera para obtener su título de ingeniero, incluso recibiéndose antes de que finalizara, no parecería descabellado pensar o suponer que tuvo activa participación en la edificación del antiguo hospital.
El sur de la ciudad, a mitad del siglo XVII era una zona de extensas quintas y de caminos poco transitables, con animales muertos que eran verdaderos focos de infección.Este primitivo Hospital Italiano,en 1863, aún sin terminar y con sólo dos alas construídas inauguraba su iglesia, y la nueva comisión directiva , la Societá Nazionale Italiana lo cede al gobierno nacional en varias oportunidades, que lo utilizaría para atender a los heridos de la Guerra del Paraguay, la mayoría brasileños, las epidemias de cólera en 1869 y en 1871, para albergar a las decenas de personas que caían diariamente victimas de la fiebre amarilla, que sería la mayor tragedia que protagonizaría Buenos Aires, cobrándose casi 15.000 almas.
Se observa la construcción típica de aquellos años, sin mucha ostentación arquitectónica referida a un edificio sanitario, de dimensiones regulares con 42 mts de fachada principal por calle Bolivar, 62 mts por Caseros, 35 mts del contrafrente y 63 mts de su costado norte de muro divisorio, lo que hace un equivalente a un terreno de más de 1/4 de manzana.
Planta baja y primer piso separado por un cornisamiento perimetral, entrada principal retirada de la linea de edificación con grandes arcadas de medio punto flanqueadas por columnas, balcones con balaustres, herrería artística, lucarnas en sus techos y pilastras adosadas a su fachada.
Podemos ver también que el edificio no contiene ochava, la ley que obligaría a las nuevas construcciones a imponerla, dejando así las esquinas liberadas para una mayor visibilidad entre un cruce de calles, se sancionaría años más tarde.
Observamos que en el empedrado de su calle principal se dibujan como una cicatriz las vias de los tranvías a caballo, y en esa misma esquina pueden leerse sus carteles con los nombres identificatorios de ambas arterias y un solitario farol de gas.
Para 1888, la creciente población de Buenos Aires obliga a la colectividad italiana a plantearse la posibilidad de construír un nuevo hospital, más acorde a las necesidades de la gente, ya que el antiguo nosocomio había quedado escaso de espacio.
No se sabe realmente cuando fue demolido, pero sería desafectado como tal en 1901, cuando su segunda y moderna sede empezó a cumplir sus funciones.Si llegó a ser utilizado para otros servicios antes de su total desaparición, no hay datos que lo demuestren.
Hoy en día la construcción actual de una sola planta, que es también antigua, hace suponer que es la que precedió al establecimiento sanitario.
Por último y como dato anecdótico, podemos decir que es casualidad o no que el proyectista de la nueva sede del Hospital Italiano haya sido Juan Buschiazzo, quien no sólo dibujó los planos sino también dirigió las obras "ad honorem".